TORNEO DE FAVELAS: DE LAS COMUNIDADES CARENTES PARA EL MUNDO

La CBF(CONFEDERACIÓN BRASILEÑA DE FÚTBOL) lleva más de una década alimentando los sueños de los niños más desfavorecidos de Río de Janeiro.
La necesidad de promover y divulgar la práctica del fútbol con un carácter educativo y de integración social llevó a los rectores de la CBF a engendrar el Instituto de Asistencia al Fútbol Brasileño (IAFB), responsable desde hace más de una década de la coordinación de dos ambiciosos proyectos sociales.
el popular torneo de favelas, que este año cumple su décimo quinto aniversario. Cada fin de semana, 2.500 jóvenes de 11 a 18 años participan en una competición cuya meta es tratar de ofrecer una oportunidad a adolescentes que viven en zonas marginales de la ciudad en su formación como jugadores y darles así la posibilidad de acceder a clubes profesionales.
El fútbol, en cualquier caso, es la excusa para integrar a los jóvenes en la sociedad y formar ciudadanos de bien. "Lo importante es la labor social. Buscamos que todos los chavales tengan una oportunidad en la vida y no se vean abocados a la delincuencia y las drogas en las favelas. Los números no engañan: en Río hay 500 favelas, esto es, tres millones de personas sobre una población de diez.
La Confederación Brasileña (CBF) corre a cargo de todos los gastos: equipaciones de los participantes, transporte en furgonetas para desplazarse a las instalaciones donde se juegan los partidos, así como vales de comida por valor de cuatro reales para cada chico.

HAN SALIDO MÁS DE 100 PROFESIONALES
La organización obliga a los equipos a cumplir una serie de normas de comportamiento durante la temporada. Se valora su sentido de la disciplina, la puntualidad, la seriedad y el no armar jaleo. Al final del torneo, los que no alcanzan unos mínimos establecidos son dados de baja. Cada año se renueva al 70% de los equipos.
Tras la disputa de las finales, se forma una selección de 22 chavales con los mejores del torneo que se concentran en el CETREN de Teresópolis. Posteriormente viajan por el sur del país jugando torneos para que sean vistos por los clubes, que tienen la opción de contratar a los que quieran libremente, ya que la CBF no recibe ni un solo real