Giancarlo Maldonado, ídolo de masas en Venezuela y en el Atlante, anhela con poder jugar la final de la Peace Cup frente al nuevo Real Madrid, el equipo de sus sueños.
El River Plate uruguayo fue la catapulta en la carrera de este poderoso y vertical delantero venezolano que ha paseado también su eficacia goleadora por Chile y México. La historia del Atlante cambió radicalmente desde su llegada a los Potros, dos años atrás. Campeón azteca y de la Champions centroamericana, el Capo tiene ante sí un nuevo y apasionante reto: causar impacto en la Peace Cup y, si la suerte acompaña, cruzarse en el camino con el equipo del que es hincha desde niño.
- ¿Qué pensó cuando le dijeron que iban a jugar la Peace Cup?
Fue una linda sorpresa. Ya conocía esta competición y sabía del potencial de los participantes, así que poder ser parte del torneo y poder medirnos a equipos de tanta calidad y prestigio será una motivación extra para nuestro grupo y también para la institución.
- En el último año y medio se habló mucho de un posible fichaje suyo por un club español. ¿Qué hay de cierto en ello?
Sí, es verdad que hubo un par de clubes interesados, pero lamentablemente nunca se llegó a nada concreto. Pienso que la chapa de ser venezolano no me ayudó mucho, aunque por suerte eso está empezando a cambiar gracias a lo mucho y bueno que hizo allí Juan Arango. No cabe duda de que la Peace Cup será ahora una buena forma de darse a conocer ante el público español y un marco inmejorable para tratar de hacer las cosas bien y ayudar a mi equipo a hacer el mejor papel posible.
- Real Madrid, Juve, Sevilla, Oporto, Besiktas, Aston Villa, Lyon... Vaya escaparate, ¿no?
Sí, buenísimo. Ya digo que será una buena ocasión para dejarse ver, aunque uno no va a ir allí sólo pensando en eso. Lo primero es tratar de hacer un buen trabajo a nivel grupal. No olvidemos que vamos representando a México, así que el objetivo es tratar de mostrar nuestro mejor nivel para que en el futuro podamos volver a disputar esta competición.
- ¿Qué Atlante veremos en la Peace Cup?
Veremos a un equipo aguerrido, con mucha actitud. Somos un grupo en el hay bastante juventud y que se caracteriza por el buen trato de la pelota. De hecho, nunca jugamos al pelotazo largo. Contamos con jugadores que tienen cualidades importantes, y luego hay dos o tres futbolistas con experiencia que son los que deben complementar a los muchachos.
- ¿Motiva la posibilidad de poder enfrentarse a Kaká y Cristiano Ronaldo?
Sin duda. Sería algo increíble, maravilloso, aunque antes tenemos otros compromisos por delante. Así que primero vamos a enfocarnos en ellos para tratar de sacarlos de la mejor forma posible.
- Málaga y Aston Villa serán sus rivales. ¿Ve factible meterse en semifinales?
¿Por qué no? El equipo va a llegar muy bien preparado. Luego dependerá de nosotros. Si tenemos la actitud necesaria y jugamos con cabeza los 90 minutos, estoy convencido de que podemos lograr ese objetivo.
- ¿A quién le gustaría enfrentarse si llegaran a la final?
Al Real Madrid. Ahí no tengo dudas porque es el equipo del que soy hincha desde pequeñito, por lo que para mí sería como un sueño cumplido.
- Imagino que en su cabeza estará el pelear por lograr el Pichichi del torneo...
Sí, por supuesto. Ya digo que mi prioridad es hacer las cosas bien para tratar de ayudar a mi equipo a llegar lejos en la Peace Cup, que es lo que más me interesa. Ahora bien, si luego caen unos cuantos golitos, mejor que mejor.
- ¿Es el fútbol un mecanismo realmente útil para fomentar la paz en el mundo?
Seguro que lo es, sobre todo si tenemos en cuenta que los jugadores somos personajes públicos y que el fútbol es el más popular de los deportes. Creo que tenemos en nuestras manos la posibilidad de predicar con el ejemplo y mostrar a los aficionados que hay otros caminos para tratar de vivir en paz y armonía.
- ¿Cree posible acabar algún día con las guerras?
No sólo lo creo, sino que también lo deseo. Espero que con nuestra participación en este torneo pongamos nuestro granito de arena para verlo algún día y dejar un buen legado a nuestros hijos.
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